10 palabras que definen a Río de Janeiro

Río de Janeiro es una de las ciudades más maravillosas del mundo y uno de los destinos más concurridos por viajeros de todo el planeta.

Una ciudad que despliega carisma por donde se la mire, con sus playas, su gente y su paisaje cinematográfico. Un destino difícil de encasillar pero que se puede sintetizar en estas 10 palabras.

Río es Naturaleza, con sus playas y el Parque Nacional Tijuca.

Naturaleza: La típica postal carioca son sus playas de Copacabana, Ipanema y Leblon. Pero Río también tiene al Parque Nacional de la Tijuca, el bosque urbano más grande del mundo con un área de 3.300 hectáreas y proclamado por la UNESCO como “Reserva de la Biosfera”. También se puede visitar la Laguna Rodrigo de Freitas y, sobre el margen oeste, el asombroso Jardín Botánico, que alberga más de 8.000 especies vegetales, entre las que destaca el nenúfar gigante el ejemplar de mayor tamaño de todo el planeta.

Panorámicas: Río es la ciudad de las vistas panorámicas por excelencia. La más conocida, sin dudas, es la del Corcovado, una de las mejores vistas y desde donde se divisa toda la ciudad y la bahía. En la cima de este cerro se encuentra un Jesús que protege la ciudad con los brazos abiertos, de aproximadamente 38 metros de altura. Otra vista que deja sin aliento es la del Pan de Azúcar. Desde este cerro de 400 metros de altura, que sobresale sobre el océano Atlántico, se puede obtener una espectacular panorámica de la Bahía de Guanabara, desde la playa de Botafogo al norte de la ciudad, hasta la playa de Copacabana en el sur. Otra opción es la pacificada favela de Vidigal, situada a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar y desde donde se pueden ver hermosas vistas de la ciudad: en primer plano, Leblon e Ipanema; en el horizonte, el Pan de Azúcar; a la izquierda, la Laguna Rodrigo Fleitas; y de espaldas, Copacabana.

Atardecer: Varios son los lugares en donde se podrá disfrutar de un bonito atardecer. Sin embargo, la playa de Ipanema es una de los lugares más célebres para disfrutar de este momento. La Piedra de Arpoador, ubicada entre las Playas de Copacabana e Ipanema, es el mejor lugar para ver una puesta del sol. Todas las tardes, un buen número de personas buscan un lugar entre las rocas y esperan para aplaudir el momento mágico en que el sol desaparece detrás del morro Dois Irmãos o sobre el mar, según la época del año.

Deporte:Los cariocas tienen pasión por los deportes, y sobre todo por el fútbol, el deporte nacional. Los domingos los estadios se llenan de “torcedores”para ver a sus equipos. Pero Río no es solo fútbol, todo tipo de actividades deportivas se despliegan por toda la ciudad. El carril de la bicisenda suele estar siempre congestionado de bicicletas, skates y rollers. A toda hora puede verse en las playas juegos de beach voley, fútbol y también personas ejercitándose en los centros de musculación. Además, es muy común la práctica de kitesurf en la Laguna Rodrigo de Freitas.

Fiesta: Una gran cantidad de eventos, festividades y fiestas se llevan a cabo en Río. Desde el conocido festival Rock in Río, los Carnavales, la Rebelión o las Fiestas Juninas, hasta las fiestas callejeras. Éstas últimas se dan sobre todo en las calles de Lapa, en donde se puede tomar una copa y bailar al son de la samba, el forró y el bossa nova. Los bares y restaurantes se llenan de locales y turistas hasta el amanecer y muchas veces, en los Arcos de Lapa, se suelen llevar a cabo conciertos gratuitos.

Bohemia: Los barrios de Lapa y Santa Teresa son los más pintorescos de Río de Janeiro, y en donde se vive el arte como estilo de vida. Santa Teresa es llamado el “Montmartre carioca”, debido a la gran cantidad de artistas que alberga y a la bohemia que se respira en sus calles. Se encuentra ubicado en una montaña y se caracteriza por sus casitas bajas, de estilo colonial, sus calles empedradas y el bondinho, el último tren eléctrico que circula en Brasil. En pleno barrio de Lapa se encuentra la escalera de Selarón: 215 escalones cubiertos con mosaicos de cerámica roja, verdes, amarillos y azules hecha por el artista plástico chileno que le dio nombre a la escalera. El artista vivía en una casa ubicada a mitad de la escalera y actualizaba continuamente la obra con cerámicas traídas de todas partes del mundo.

Lapa y Santa Teresa son los barrios más pintorescos y bohemios de Río.

Caipirinha: Preparada a base de ron, lima, azúcar molida y cachaça, la Caipirinha es la bebida emblemática de Río de Janeiro. Se prepara de distintas formas y se puede tomar en bares, restaurantes, puestos callejeros y hasta en la playa para calmar la sed.

Gastronomía: La ciudad también es una paraíso para los que gustan de comer bien y cuenta con una gran variedad de restaurantes y puestos callejeros que ofrecen desde los platos más sofisticados hasta los más típicos de la comida brasileña. La feijoada es el plato por excelencia de la gastronomía brasileña, hecha a base de frijoles negros y carne de cerdo, acompañado de arroz y naranjas. Tampoco se pueden dejar de probar los “salgados”, comidas rápidas y baratas que se comen al paso en la playa o en puestos callejeros. Entre ellas coxinha, kibe, empada y pastel, entre otros. Y entre las frutas, se recomienda probar el açaí, una fruta color bordó que se vende como bebida en las casas de jugos.

Alegría: La frase “la alegría no es sólo brasilera”, debería ser reformulada por “la alegría es de los cariocas”. Su estilo de vida, sus interminables fiestas y el Carnaval más grande del mundo dan cuenta de lo extrovertido de esta ciudad y su gente. El Carnaval de Río se celebra los cuatro días anteriores al Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma. Es una de las celebraciones más importantes del mundo y conjuga una perfecta armonía entre alegría, desenfreno y cultura. Se lleva a cabo en el sambódromo y también en las calles de la ciudad con los “blocos da rua”.

Cultura: Un gran parte de la historia de Brasil permanece viva en Río de Janeiro. Edificios antiguos, museos, iglesias y centros culturales recomponen la historia de la ciudad y la cultura del país. Además, en toda la ciudad hay gran variedad de espacios que ofrecen exposiciones temporales, presentaciones de música, muestras de cine, teatro y danza. No se debe dejar de visitar el Museo de arte Moderno, la Catedral Metropolitana, la Isla Fiscal, el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, el Monasterio de San Benito y el edificio del Banco do Brasil, que hoy alberga uno de los espacios artísticos y culturales más en boga de la ciudad.

Qué esperas para conocer esta maravillosa ciudad!

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