Recorriendo el norte argentino

Viajar al norte argentino es entrar en un mundo de paisajes soñados, -de selvas, yungas, valles, puna y quebrada-, junto con pueblos detenidos en el tiempo, tradiciones y una rica cultura precolombina. Descubrí cuáles son los destinos que no pueden faltar en tu itinerario por el mágico norte argentino.

Salta

Muchos empiezan su recorrido por esta provincia. Conocida como “la linda”, la ciudad de Salta llama la atención por su arquitectura hispánica, su gran cantidad de iglesias, sus centenarios monumentos y su bello paisaje de montañas.
Entre las cosas que hacer en Salta está la visita al Cabildo, el Convento de San Francisco, la Catedral y el Museo de Antropología de Alta Montaña, donde podrás ver el hallazgo arqueológico de Los Niños de Llullaillaco, los cuerpos de tres niños incaicos excepcionalmente conservados por alrededor de 500 años. Subir al Cerro San Bernardo, visitar San Lorenzo, degustar las famosas empanadas salteñas o salir por la noche a los barcitos de la calle Balcarce son otras de las actividades imperdibles en Salta.
¿Dónde alojarse? Existe una gran variedad de opciones de hoteles en Salta capital. Hotel Salta, Ayres de Salta Hotel, Alejandro I, Hotel Marilian, Gran Hotel Presidente Salta y Hotel Colonial se encuentran a menos de 400 metros del centro, y son algunos de los más recomendados.

Cafayate

El recorrido puede continuar por esta ciudad, situada al sudeste de la provincia de Salta. Ubicada a 1.660 metros de altura, Cafayate es el corazón vitivinícola de Salta. Se destaca por la producción del famoso vino torrontés por lo que, en una visita a esta localidad, no puede faltar una recorrida por sus bodegas y degustar sus vinos. Otro de los imperdibles es dar una vuelta por las ruinas de los Quilmes y conocer la quebrada de Las Conchas. Pero también, caminar sus calles, tirarse en la plaza principal a ver un espectáculo a la gorra y compartir unos mates con los lugareños son otras experiencias que no puedes dejar de hacer en esta ciudad con alma de pueblo.

Cachi

Este pequeño pueblo, enclavado en el corazón de los Valles Calchaquíes, es un oasis detenido en el tiempo. Se llega en micro, luego de transitar un camino ondulante y angosto, en el que podrás disfrutar de unas hermosas vistas, como la zona conocida como la “Cuesta del Obispo”.
Una vez en la ciudad, podrás embelesarte con la cumbre del Nevado de Cachi, caminar sus calles adoquinadas, visitar la Parroquia de Cachi y Antigales, el Museo Arqueológico y descansar en la Plaza Principal. Tampoco dejes de subir hasta el mirador del cementerio para ver la vista panorámica y disfrutar de un asado con guitarreada, por la noche.

Iruya

Lo curioso es que, para llegar a este encantador pueblo salteño, hay que partir desde Humahuaca, en Jujuy. Además, dado que los caminos son de ripio y cornisa, cuando llueve los accesos quedan cerrados. Pero, los lugares por los que pasarás en el camino hacen que valga la pena emprender la travesía a este pueblito, colgado en el medio de las montañas.
Además de estar perdido a más de 2.700 metros sobre el nivel del mar, se encuentra rodeado de los ríos Colazulí y Milmahuasi. Esta particular ubicación hizo que el pueblo se mantenga como hace 250 años: con las mismas calles empedradas, las mismas costumbres, tradiciones y vestimentas. Su belleza geográfica y su gente hacen que este pueblo sea uno de los destinos imperdibles que hacer en el norte argentino. Y ¡preparate para caminar calles bien empinadas!

San Salvador de Jujuy

La capital es uno de los puntos de partida para comenzar a recorrer la provincia. Además de poder llegar en micro, San Salvador de Jujuy cuenta con un aeropuerto internacional a pocos kilómetros del centro de la ciudad.
Entre las cosas que hacer en Jujuy, no dejes de visitar la Casa de Gobierno y el Salón de la Bandera, el Museo Arqueológico Provincial, la Catedral y el Museo Histórico Provincial Juan Galo Lavalle. Además, a 18km de la ciudad se encuentran las Termas de Reyes, un lugar donde se combinan un paisaje único, con un sistema de aguas subterráneas a más de 50º C, llenas de sales minerales.
¿Dónde alojarse? El Hotel Regional Jujuy, Howard Johnson Plaza Jujuy, Munay Jujuy y el Hotel Spa Termas De Reyes son alguno de los hoteles en Jujuy más recomendados.

Purmamarca

Es la puerta de entrada a la maravillosa Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad. En este pueblo de unas pocas cuadras podrás ver el Cerro de los Siete Colores y realizar el Camino de los Colorados, un recorrido por el conjunto de cerros color ladrillo intenso que rodean al Cerro de los Siete Colores por detrás. Tomar unos mates en la plaza principal, visitar la Iglesia de Santa Rosa de Lima, comprar artesanías en la feria, disfrutar de una peña y caminar bajo la luz de las estrellas, son algunos de los atractivos de Purmamarca. Además, desde aquí parten las excursiones para las Salinas Grandes, un mar de sal que cautiva a todos los que lo visitan.

Humahuaca

La ciudad fue fundada por los españoles recién a finales del siglo XVI, pero sus tierras ya estaban habitadas desde hacía más de 10 mil años. De esta época datan sus misteriosas ruinas, sus pinturas rupestres y los pucarás diseminados por toda la quebrada.
Humahuaca fue uno de los centros comerciales más importantes de las colonias del Alto Perú y luego tuvo su ocaso cuando la extracción de metales preciosos comenzó a extinguirse. Hoy, esta ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, conserva sus creencias, ritos y fiestas que son un patrimonio viviente único. Sus calles empedradas, sus casas antiguas, sus iglesias, su plaza y su mercado de artesanías son algunos de los atractivos que hacen de Humahuaca un sitio ideal para caminarlo. Imperdible: subir las escalinatas del Monumento a los Héroes de la Independencia, apreciar de cerca la imagen del chasqui indígena Pedro Socompa que lleva la noticia de la libertad, y tomar unas fotos panorámicas de la ciudad con la quebrada de fondo.

San Miguel de Tucumán

Otra buena opción es comenzar el viaje por San Miguel de Tucumán, ya que se puede llegar en avión, tren o colectivo. En la ciudad se puede hacer un recorrido histórico, que se inicia por la casa de Doña Francisca Bazán de Laguna, más conocida como la Casita de Tucumán. Luego el recorrido puede continuar por el Museo Padilla, el Museo Folklórico y la que fue la vivienda de Nicolás Avellaneda, conocida como la “Casa de las Cien Puertas” por su tradicional estructura “a patios”.
La ciudad también se caracteriza por una gran movida nocturna, que tiene cita sobre todo en los alrededores de la Plaza Urquiza. Luego de recorrer San Miguel de Tucumán, se puede partir hacia las afueras y realizar el Circuito de los Valles Calchaquíes y el de las Yungas.

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